Nuestro trabajo se desarrolla en unas casetas prefabricadas sitas en el pasillo de Sto. Domingo y en ellas se desenvuelve nuestra labor de atención al necesitado. Nuestras dependencias están abiertas todos los días del año en turnos de mañana y tarde.
Por la mañana bajo la supervisión de un jefe de grupo, se desarrollan labores de recogida con nuestra furgoneta, de los alimentos en distintos puntos de suministro de nuestra ciudad y a veces de la provincia. Mientras tanto se prepara café o colacao acompañado de bocadillos, galletas o dulces para todas aquellas personas que viven en la calle y que se acercan a nosotros para recibir el primer alimento del día.
A continuación se procede a la preparación y corte de fiambres para la posterior preparación de bocadillos, disponiéndolos en bandejas conservadas en frigoríficos (aproximadamente de 40 a 45kg de fiambres y queso), por otro lado se acomete la elaboración del plato fuerte del día como potajes, cocidos, pastas o arroces en función del cuadrante semanal de menús que tenemos programado. Al mismo tiempo se procede a la preparación ordenada de los postres y zumos que acompañaran al almuerzo y la cena.
Un segundo turno de voluntarios llega a nuestras dependencias al medio día para distribuir el almuerzo que estará compuesto de un plato fuerte dispensado en fiambreras o platos de un solo uso, acompañado de un zumo o refresco, pan y postre.
Un tercer turno de voluntarios junto al jefe de grupo, se incorpora a media tarde para preparar y distribuir una bolsa que contiene un bocadillo de embutido (o queso para musulmanes), un yogur y un vaso de leche caliente con colacao o fría con jarabe de fresa, según la época del año.
Todos los alimentos mencionados se entregan a los integrantes de unas colas que se forman al efecto en nuestras dependencias de 8:30 a 10:15, de 13:30 a 15:00 y de 19:00 a 20:30, todos los días del año. Las labores de mañana y noche, terminan con la limpieza interior y los exteriores de nuestras dependencias.
Cuando nos proveen de ello también solemos repartir ropa, zapatos y mantas entre los que vienen a comer a nuestra caseta.